El Gobierno de El Salvador ha confirmado, por medio de la Política Energética Nacional 2020-2050 (PEN 2020-2050), que la energía potencia el desarrollo, la recuperación económica y es de prioridad para adicionarse a la transición energética. Es bajo el cumplimiento de estas líneas que nuestro país busca garantizar el abastecimiento y consumo de recursos energéticos bajo un enfoque de sostenibilidad, modernización, eficiencia, seguridad y neutralidad de carbono durante los próximos 30 años.
Es así como con base a la PEN 2020-2050 se fomentan acciones en cinco ejes estratégicos: la modernización normativa; la investigación, desarrollo e innovación, el abastecimiento energético sostenible, la seguridad e integración energética y el consumo energético eficiente, con el fin de obtener energía asequible, fiable y limpia para el futuro.
Mediante la PEN 2020-2050, El Salvador presenta un amplio compromiso para reducir el consumo de fósiles marcadamente contaminantes por medio de la sustitución a gas natural (como energético de transición), incrementando el uso de energías renovables e incursionando en la adaptación de tecnologías innovadoras tales como el hidrógeno verde o la utilización de la energía de los océanos.